Y lo que más me llama la atención, ¡cómo no! es la belleza femenina. Es esa tendencia a dibujar desdibujándose, atrayente como una llamarada. ¡Cuidado! ¡No vayas a quemarte! No, en serio. La verdad es que las formas femeninas tienen una gracia
Como en la obra de J. W. Godward, las formas femeninas se aprecian muy bien tanto estéticamente como visualmente.